Desde las protestas hasta la ruptura de protocolo: El «lado B» de las dos primeras jornadas de Trump en Reino Unido

En medio del primer viaje oficial del Presidente de EE.UU. a suelo británico, una serie de manifestaciones y gestos han llamado especialmente la atención de la prensa y las redes sociales.

LONDRES – El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió este martes la segunda jornada de su visita de Estado a Reino Unido, un viaje que ha acaparado todas las miradas de la comunidad internacional.

El Mandatario y la primera dama, Melania Trump, arribaron el lunes a Londres y pasaron el día siendo agasajados por la realeza. Isabel II recibió a la comitiva estadounidense en el Palacio de Buckingham con los máximos honores para un jefe de Estado extranjero y ofreció una lujosa cena en su nombre. Hoy, en tanto, Trump se dedicó a la política y se reunió con líderes empresariales en compañía de la Primera Ministra, Theresa May.

Pero más allá de las negociaciones y discursos oficiales, la visita del Presidente ha estado marcada por manifestaciones en su contra y ciertos detalles que, aunque escapan de las informaciones formales, han llamado la atención. A continuación te contamos el «lado b» del paso de Trump por Reino Unido.

Protestas

A pesar de la duradera alianza de Reino Unido y EE.UU., algunos votantes británicos ven a Trump como un personaje volátil y opuesto a sus valores en temas que van desde el calentamiento global o la inmigración hasta el trato a las mujeres. Por ello, para su visita al país, grupos ciudadanos y organizaciones convocaron a una serie de concentraciones y manifestaciones en la capital.

La figura que concentró todas las miradas fue el ya conocido «Baby Trump», un muñeco inflable gigante que representa al Mandatario como un bebé llorón en pañales, que se instaló frente al Parlamento británico en Londres. Una representación que ya había hecho furor el año pasado, cuando Trump arribó al país para una visita de trabajo.

«Estamos tratando de recordarle al Presidente lo mal recibido que es en este país», dijo Leo Murray, el cocreador del muñeco. «Donald Trump es infantil, banal e insultante. Encarna todas estas cosas», aseveró.

Entre las protestas también destacó un robot gigante que representaba a un Trump tuiteando con su celular, mientras se encuentra sentado en un inodoro. Fue alzado en la concurrida Trafalgar Square, centro de las manifestaciones y que hoy se llenó de miles de personas con carteles, máscaras y pelucas del Mandatario estadounidense. «Donald Trump, no es bienvenido aquí», fue el grito que predominó en la plaza.

Además, este lunes, Amnistía Internacional colgó en el puente de Vauxhall algunos lienzos gigantes en relación al paso del inquilino de la Casa Blanca por la capital inglesa, con las consignas «Resiste al racismo» y «resiste a la crueldad».

Intercambio de regalos

Durante su encuentro, como es usual, Trump y la Reina Isabel II intercambiaron obsequios para demostrar la amistad entre ambos países. La monarca inglesa le regaló al Presidente estadounidense un libro de Winston Churchill sobre la Segunda Guerra Mundial y a la Primera dama una caja de plata especialmente encargada para ella, según consignó Reuters.

El libro escrito por el ex primer ministro británico, que gobernó el país durante el conflicto bélico, posee especial simbolismo considerando que la visita de Trump coincide con la conmemoración de los 75 años desde el desembarco de Normandía o más conocido como «día D». La tapa del libro en cuestión es de color carmesí con una decoración de oro en la cubierta exterior, mientras que la caja que recibió Melania tiene una tapa esmaltada.

Por su parte, la pareja presidencial le regaló a la reina un broche de plata y seda de Tiffany & Co., guardado en un joyero de madera personalizado de la Casa Blanca. Su marido Felipe, en cambio, recibió una chaqueta personalizada del Air Force One y una primera edición firmada de la autobiografía del ex general estadounidense, James Doolittle.

Harry evita a Trump

Además de las polémicas por sus críticas al alcalde de Londres, Sadiq Khan, a quien tildó de «fracasado», Trump también se vio inmerso en una controversia por sus palabras sobre Meghan Markle, hoy duquesa de Sussex y esposa del príncipe Harry.

Horas antes de su visita oficial, se dio a conocer una entrevista que brindó el Mandatario al diario The Sun, en la que habría tildado de «desagradable» a Markle, por haber hablado mal de él cuando era aspirante a la Casa Blanca. Trump negó rotundamente estas declaraciones.

Pero, según algunos medios de comunicación británicos, esa podría haber sido la razón por la que el príncipe Harry habría evitado cruzarse con el jefe de Gobierno durante el banquete de bienvenida en su honor. De acuerdo al Daily Mail, el príncipe no habló con Trump en toda la noche y se mantuvo en todo momento junto a Ivanka, hija y asesora del Mandatario, de quien era chaperón.

Sumado a ello, Harry mantiene una íntima amistad con el ex Presidente estadounidense, Barack Obama, quien incluso fue invitado a su matrimonio en 2018.

Ruptura de protocolo e interpretaciones dudosas

«Gracias por su cálida bienvenida, por este hermoso clima, su amable hospitalidad y las casi siete décadas de amistad», fueron las palabras con las que Trump finalizó su discurso en la cena organizada por la realeza británica.

Todo iba bien hasta que, justo después de concluir su intervención, el Presidente tocó con su mano izquierda, por un segundo, la espalda de reina. Aunque Isabel II no se inmutó ante el gesto del Mandatario, lo cierto es que Trump acababa de romper el estricto protocolo de la monarquía británica que prohíbe tocarla.

Más allá de lo anecdótico del gesto, éste se suma a una ocasión anterior en que el inquilino de la Casa Blanca también rompió el protocolo. En julio de 2018, durante su visita de trabajo a Reino Unido, Trump caminó por delante de la monarca cuando ambos se disponían a «pasar revista» a los guardias reales del castillo de Windsor. En esa ocasión, el momento resultó algo incómodo y la propia Reina se mostró confundida.

Otro detalle que causó gracia, principalmente en redes sociales, fue un supuesto «choque de puños» entre Trump y la reina. El hecho fue destacado por el humorista James Felton que publicó una fotografía de presunto momento en su cuenta de Twitter. «Un choque de puños. Un puto choque de puños», escribió. No obstante, según aclaró la cadena estadounidense NBC, en realidad se trató solo de un apretón de manos y un efecto visual.

Por último, también dio vuelta en redes sociales un video en el que el Presidente del país norteamericano parece quedarse dormido mientras la reina da un discurso. Sin embargo, las imágenes generan duda y es posible que también se trate de un efecto visual.

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