Diario de Atlanta demandaría a Clint Eastwood por plantear en un filme que una de sus reporteras intercambiaba sexo por datos

La película «El caso de Richard Jewell» (2019) –que estrena en enero de 2020 en Chile- trata sobre un hombre inocente que fue investigado por actos terroristas y la cobertura mediática que se realizó en torno al caso.

ATLANTA – Un diario de Atlanta, centro del último filme de Clint Eastwood, tachó de «chocante» y «falsa» la representación de una de sus periodistas, que supuestamente intercambiaba sexo por noticias, y amenazó con tomar acciones legales.

«Richard Jewell» o «El caso de Richard Jewell» dramatiza la historia del hombre inocente que terminó en el centro de una investigación terrorista y una devastadora tormenta mediática tras la explosión de una bomba en los Juegos Olímpicos de 1996.

Jewell fue aclamado inicialmente como un héroe después de que descubriera la bomba de tubo, que dejó dos muertos y más de 100 heridos, pero pronto fue identificado por periodistas, entre ellos Kathy Scruggs, del Atlanta Journal-Constitution (AJC), como sospechoso del FBI.

Scruggs, retratada por Olivia Wilde, es mostrada en la película intercambiando sexo con un agente federal a cambio de conocer la identidad del sospechoso. «El retrato de nuestra reportera es chocante, falso», dijo el editor Kevin G. Riley.

«Richard Jewell»

«La película comete el mismo pecado del que pretende acusar a los medios de comunicación. Literalmente inventa cosas al contar la historia», agrega.

Acusado por medios de comunicación, que llegaron a acampar delante de su casa, Jewell nunca fue arrestado por este caso y el FBI descartó su culpabilidad 88 días después del atentado.

Jewell fue blanco de especulaciones salvajes y ridículas.

Reclamos del medio y respuesta de los creadores

Cox Enterprises, el propietario del periódico, envió el lunes una carta a Eastwood y Warner Bros exigiéndoles que hicieran una declaración pública en la que dijeran que «algunos hechos fueron creados con fines dramáticos».

La carta dice que el periódico y su personal son «retratados de una manera falsa y difamatoria» y exige que se añada una cláusula de exención de responsabilidad.

La película tiene al final de los créditos una cláusula que dice que está «basada en hechos históricos reales», pero que creó algunos diálogos y hechos «con fines de dramatización».

Clint Eastwood junto a Barbara Jewell (madre de Richard).

Warner Bros respondió a la carta con una declaración en la que insistió en que la película se basa en «una amplia gama de material de fuentes altamente creíbles».

Es «desafortunado y una ironía del Atlanta Journal-Constitution, que después de haber sido de los que se apresuró en juzgar a Richard Jewell, esté ahora tratando de difamar a nuestros cineastas y actores», indicó el estudio. «Los reclamos del AJC son infundados y nos defenderemos enérgicamente contra ellos».

Jewell demandó a varios medios por difamación, alegando que sus historias lo describían como una persona de extraña personalidad que encajaba en el perfil de culpable.

El AJC nunca llegó a un acuerdo con Jewell, y un tribunal dictaminó que sus informaciones sobre la investigación del atentado «en su totalidad eran sustancialmente ciertas al momento de su publicación». Jewell murió en 2007 a los 44 años de edad por causas naturales.

«La historia de Richard Jewell es importante», dijo Riley. «Es ciertamente digno de una película», pero «en este relato, las verdades importantes de lo que realmente pasó se pierden».

Explicaciones de Olivia Wilde

Olivia Wilde, la actriz que encarna el rol de Kathy Scruggs -quien falleció en 2001- tuvo que aclarar la interpretación que hizo de la periodista debido a las numerosas críticas que recibió en redes sociales, donde se le acusó de perpetuar la manera sexista en que Hollywood representa a las mujeres.

En su cuenta de Twitter Wilde aseguró que los directores pueden controlar la «voz» y el «mensaje» de una película, pero que como actor eso es más «complicado».

«Me pidieron que desempeñara el papel de Kathy Scruggs, quien era, a todas luces, audaz, inteligente y sin miedo de ser una reportera en el sur (de EE.UU.) en la década de 1990. Ni siquiera puedo imaginar la cantidad de sexismo que ella pudo haber enfrentado en el camino», plantea Wilde.

Y agrega: «Contrariamente a una franja de titulares recientes, no creo que Kathy ‘intercambiara sexo por propinas’. Nada en mi investigación sugirió que lo hiciera, y nunca fue mi intención sugerir que lo hizo. Eso sería un rechazo atroz y misógino del trabajo difícil que hizo». A

simismo señaló que, a su parecer, Kathy y el agente del FBI que le filtró información tenían una relación amorosa preexistente, «no un intercambio transaccional de sexo por información».

«Me doy cuenta de que mis opiniones sobre Kathy, basadas en mi propia investigación independiente, pueden diferir de las de otras personas involucradas en la película, pero era importante para mí que mi posición fuera clara», concluye.