Coronavirus prueba que la desigualdad económica es mortal para los hispanos
La pandemia deja en evidencia el dilema migratorio y económico de Estados Unidos.
SAN FRANCISCO – La comunidad hispana de Estados Unidos es quizá la más afectada por la pandemia del coronavirus.
Cifras de contagios y muertos prueban un impacto desproporcionado en esta comunidad. En California, por ejemplo, los latinos representan son un 49.4% de los casos positivos del virus.
“El COVID-19 ha demostrado brutalmente las profundidades de la desigualdad y las consecuencias en las comunidades de color”, escribió en The Hill el congresista por Texas Vicente González. “Esas comunidades, con acceso limitado a una atención médica adecuada y asequible, están luchando ahora más que nunca”.
Antes de la pandemia, 7.7 millones de inmigrantes no tenían seguro médico, según un informe del Instituto de Política Migratoria (MPI). Pero la falta de acceso a los servicios de salud es uno de los tantos problemas que enfrentan los trabajadores hispanos en el país.
Población vulnerable
La crisis del coronavirus deja en evidencia el dilema migratorio y económico de Estados Unidos. Un gran porcentaje de hispanos laboran en empleos mal remunerados, que otros grupos étnicos dejaron de ejercer hace varias décadas. Sin embargo, se trata de trabajos esenciales como la recolección de frutas y verduras o el procesamiento de carnes. Los hispanos también están al frente de servicios de construcción de pequeña y mediana escala. Miles de mujeres hispanas trabajan en servicios domésticos como limpieza de casas y cuidados de niños.
Para muchos de estos trabajadores nunca fue opción quedarse en casa a medida que avanzaba la pandemia en el país. Algunos de ellos viven en condiciones de hacinamiento debido al nivel de sus ingresos o por las condiciones de sus empleos.
Y llegó el desempleo
Miles de hispanos comenzaron a experimentar desempleo antes de que los gobiernos estatales y locales ordenaran cierres de negocios y el confinamiento en casa. Según el MPI, entre febrero y marzo el número de inmigrantes desempleados creció un 30% comparado con un 17% entre los trabajadores nacidos en el país.
En tanto, una encuesta de Washington Post-Ipsos encontró que un 20% de los trabajadores hispanos han sido despedidos o puestos en licencia sin pago durante la pandemia. En el caso de los afroamericanos la cifra es 16% y en blancos es de 11%. La comunidad hispana no es solo la más golpeada por el COVID-19, también es la más afectada por la crisis económica.
Todo esto sucede mientras el gobierno de Donald Trump sigue su campaña antiinmigración no sin antes ordenar que plantas procesadores de carne deben permanecer abiertas así tengan brotes masivos de coronavirus. En este momento los supermercados han racionado la venta de carnes por falta de abastecimiento.
Algunos expertos consideran que la lucha contra el coronavirus es una guerra. Si ese es el caso, los hispanos han sido la carne de cañón. ¿Seguirá Estados Unidos tratando a esta como comunidad como platos desechables o premiara su heroísmo y trabajo con acceso a mejores condiciones de vida?
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