Ciudad brasileña de Fortaleza impone cuarentena por COVID-19
FORTALEZA – Una de las ciudades más grandes de Brasil, impuso el viernes una cuarentena para frenar la diseminación del nuevo coronavirus.
La ciudad de Fortaleza, en el estado de Ceará, es la tercera capital estatal en adoptar medidas más restrictivas de tráfico vehicular y circulación de personas, exceptuando el cumplimiento de servicios esenciales. La policía montó bloqueos en algunas avenidas para controlar el tránsito de vehículos.
Esta semana también lo hicieron Sao Luís y Belém, en los estados de Maranhíno y Pará, respectivamente.
Hasta el momento Fortaleza -con 2,7 millones de habitantes- ha registrado 727 muertos por coronavirus y las autoridades locales proyectaron la víspera unos 4.000 decesos para fines de mayo. Según la alcaldía, en los últimos diez días hubo un aumento relevante en el número de víctimas fatales que condujo a la adopción de medidas más estrictas.
Brasil, con más de 136.500 casos confirmados y más de 9.200 fallecimientos, es el país de Latinoamérica más afectado por el coronavirus.
El presidente Jair Bolsonaro, que ha criticado las medidas de aislamiento adoptadas por gobernadores y alcaldes, concurrió el jueves al Supremo Tribunal junto con empresarios y pidió que se moderen las restricciones para garantizar el funcionamiento de la economía.
México, por su parte, prevé que el pico de la pandemia se extienda hasta el 20 de mayo y, según dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa, a partir de esa fecha se podrá ver una disminución en el número de contagios diarios.
El país reporta 27.634 infectados y 2.704 decesos.
Exsecretarios de Salud criticaron recientemente las cifras dadas a conocer por el gobierno y dudaron de su confiabilidad, pero López Obrador les restó importancia alegando que tienen que ver con los intereses políticos partidistas. El mandatario defendió el manejo de la crisis sanitaria y afirmó que ninguno de los cinco estados con mayor número de contagios, incluida la capital, han padecido falta de camas, ventiladores ni especialistas. También pidió a los ciudadanos que sigan respetando las medidas de distanciamiento social este fin de semana, cuando se festeja el Día de las Madres.
En Bolivia, la presidenta interina Jeanine íñez cambió a dos ministros sin dar explicaciones y destituyó a un alto funcionario acusado de violar la cuarentena. También encargó a sus ministros coordinar las tareas de lucha contra la pandemia en medio de crecientes críticas por la falta de laboratorios, pocas pruebas, escasez de personal y una creciente desobediencia civil al aislamiento que decretó hasta el 10 de mayo.
La víspera, el comité médico que asesora al gobierno dijo que 68 municipios están en riesgo alto de una expansión del coronavirus. El director de Epidemiología, Virgilio Prieto, sostuvo que la transmisión se está acelerando. Hasta el viernes el país reportó 1.979 contagios y 102 decesos.
En Ecuador, el ministro de Trabajo, Luis Poveda, reportó 78.598 despidos como consecuencia de la pandemia y la reducción del precio de su principal producto de exportación, el petróleo, que estaba estimado en 51,3 dólares por barril y ahora ronda los 24 dólares. El país reporta 30.298 casos positivos y más de 1.600 fallecidos.
Desde Chile se informó que más de cinco de los ocho millones de habitantes del gran Santiago iniciaron una cuarentana obligatoria. La zona tiene la mayor tasa de contagios del país con 25.972 infectados y 294 fallecidos.
El gobierno está preocupado por la recarga sobre el sistema de salud, que implica el incremento de unos 1.240 contagiados diarios en lo que va del mes. La presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, que favorece el encierro obligatorio, afirmó que el aumento, es un tsunami para la red pública (asistencial), y que se acerca una gran ola de infectados.
Entre las 12 barriadas que se suman a otras 13 ya en cuarentena figuran las más populosas y pobres de la capital chilena, que tienen dificultades para respetar la medida sanitaria porque centenares de miles viven hacinados y dependen de su trabajo informal diario para comer.
El gobierno dispuso que unos 14.000 militares y policías patrullen las calles y vigilen las empresas responsables de la distribución de alimentos y de los servicios básicos. Quienes infrinjan el toque de queda o las cuarentenas arriesgan multas que van desde los 2.900 a 59.000 dólares y condenas de cárcel entre 61 y 541 días.
En América Latina se han registrado más de 308.200 contagios y más de 16.500 muertos.
El coronavirus ha infectado a más de 3,8 millones de personas y causado la muerte a más de 270.500 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.
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