Beijing hace pruebas masivas y cierra vecindarios para contener nuevo brote de covid-19

En la capital china se han confirmado 80 casos, lo que ha avivado el temor a una cuarentena total.

BEIJING – La capital de China hacía el martes pruebas masivas y cerró el acceso a varios vecindarios en un intento de contener un nuevo brote de covid-19.

El anuncio de la campaña de pruebas provocó compras de pánico el lunes en la ciudad de 21 millones de habitantes, aunque la situación parecía tranquila el martes. El transporte público mantenía en su mayor parte los horarios habituales y las calles se veían llenas de gente que iba a trabajar.

El temor a una cuarentena total se ha avivado por la situación en el centro sureño de negocios de Shanghai, donde se empieza a permitir el movimiento de sus 25 millones de personas de forma gradual tras tres semanas de confinamiento.

Sin embargo, Chen Shengzen, residente en Beijing, dijo que la capital había tenido más tiempo para prepararse.

El cierre en Shanghai «llegó de pronto, de modo que las medidas y otros aspectos no pudieron estar a tiempo», lo que provocó problemas de corto plazo en la ciudad, dijo Chen a AP Television.

«Mi hija trabaja en un departamento del gobierno y se han preparado muy bien, con camas, mantas y artículos para uso de mujeres. Incluso si tenemos que entrar en cuarentena, estaremos bien», dijo Chen.

Shanghai, que lleva más de dos semanas aislada, ha reportado más de 19.000 contagios y 51 muertes en el último periodo de 24 horas.

Beijing, por su parte, reportó el lunes 33 nuevos positivos, incluido uno asintomático.

La ciudad ha ordenado pruebas masivas en el amplio distrito de Chaoyang, donde se han encontrado 46 casos. Los 3,5 millones de vecinos del distrito, así como los que trabajan allí, tendrán que hacerse pruebas el lunes, el miércoles y el viernes.

La ciudad de Anyang, en el centro de China, y Dandong, en la frontera con Corea del Norte, se convirtieron en las últimas en comenzar cuarentenas ante la expansión de la variante Ómicron del coronavirus.

La población en Shanghai ha recurrido a compras en grupo para conseguir entregas a domicilio de comida y otros artículos, y depende principalmente de comercios que operan a través de internet. Mientras tanto, las mercancías se acumulan en el puerto, lo que afecta a los suministros y a la producción fabril y lastra el crecimiento económico de China.

Beijing confinó a los residentes de una zona de unos 2 por 3 kilómetros, a los que dijo que trabajaran desde casa y permanecieran en sus complejos residenciales. No era una cuarentena total, aunque se ordenó el cierre de estadios, recintos deportivos, cines, karaokes y otros establecimientos de ocio.

En otros lugares, la ciudad cerró algunos o todos los edificios de cinco recintos residenciales, que se sumaban a otros precintados en los dos días anteriores. Beijing ha confirmado 80 casos en la nueva ola de contagios, mientras que Shanghai ha identificado más de 300.000 y 190 muertes.

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