Panamá traslada a migrantes deportados por EE.UU. a un campamento en la selva
El grupo de migrantes, entre ellos niños, fue llevado al campamento el martes por la noche. Según los detenidos, las condiciones del lugar son precarias.
CIUDAD DE PANAMÁ – Casi 100 migrantes, recientemente deportados por Estados Unidos a Panamá, donde habían sido encerrados en un hotel, fueron llevados a autobuses el martes por la noche y trasladados a un campo de detención en las afueras de la selva, dijeron varios de los migrantes.
No está claro cuánto tiempo permanecerá detenido este grupo, que fue deportado en el marco de la campaña del gobierno de Trump para expulsar a los migrantes no autorizados, en el campamento en la selva.
Las condiciones del lugar son precarias, dijeron los detenidos. Las enfermedades, incluido el dengue, son endémicas en la región, y el gobierno ha denegado el acceso a periodistas y organizaciones de ayuda.
“Parece un zoológico, hay jaulas con rejas”, dijo una mujer deportada, Artemis Ghasemzadeh, migrante iraní de 27 años, tras llegar al campamento después de un viaje de cuatro horas desde Ciudad de Panamá. “Nos dieron un trozo de pan duro. Estamos sentados en el suelo”.
En el grupo hay ocho niños, según una persona conocedora de la situación que no estaba autorizada a hablar de manera oficial. Los abogados han dicho que es ilegal detener a personas en Panamá durante más de 24 horas sin una orden judicial.
El traslado es el paso más reciente en la saga de un grupo de unos 300 migrantes que llegaron a Estados Unidos con la esperanza de solicitar asilo. El grupo fue enviado a Panamá, que ha acordado ayudar al presidente Trump en su plan para deportar a millones de migrantes indocumentados.
El acuerdo forma parte de una estrategia más amplia del gobierno de Trump para exportar algunos de sus retos migratorios más difíciles a otras naciones. Estados Unidos, por diversos motivos, no puede deportar fácilmente a personas a países como Afganistán, Irán y China, pero ejerciendo una intensa presión ha conseguido convencer a Panamá para que acoja a algunas de ellas.
Tras ser enviados a Panamá, los migrantes deportados dejan de estar sujetos a la legislación estadounidense.
Cuando se le pidieron detalles sobre el traslado de migrantes al campamento de la selva, un portavoz del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá, Aurelio Martínez, dijo que desconocía que se hubiera trasladado a migrantes allí.
Costa Rica también está acogiendo a algunos deportados, migrantes originarios de Asia Central e India, y ha dicho que tiene previsto repatriarlos. Se esperaba que un vuelo procedente de Estados Unidos llegara a Costa Rica el miércoles.
A su llegada a Ciudad de Panamá la semana pasada, los aproximadamente 300 migrantes fueron llevados a un hotel del centro de la ciudad, llamado Decapolis, y se les prohibió salir, según relataron varios de ellos a The New York Times en llamadas y mensajes de texto. A una abogada que pretendía representar a muchos de ellos, Jenny Soto Fernández, se le impidió al menos cuatro veces visitarlos en el hotel, dijo.
El martes por la mañana, un artículo publicado por el Times atrajo una enorme atención sobre la situación de los migrantes, y miembros de los medios de comunicación panameños empezaron a rodear el hotel.
El martes por la noche, los guardias del hotel les dijeron que hicieran las maletas, dijo Ghasemzadeh, la migrante de Irán. Llegaron varios autobuses y los guardias los condujeron a bordo, como presenció un periodista que trabajaba para The New York Times. A continuación, el autobús salió de Ciudad de Panamá hasta la provincia de Darién.
En el autobús, al menos una mujer lloraba, según una fotografía enviada por una persona que viajaba en el autobús.
El campamento donde se alojará el centenar de migrantes se llama San Vicente, y está situado al final de una selva, también llamada el Tapón del Darién, que une Panamá con Colombia. El campamento se construyó hace años como punto de parada para los migrantes que se dirigían al norte desde Colombia a través de la selva del Darién y hacia Panamá, una parte angustiosa del viaje hacia Estados Unidos.
Ahora, el gobierno panameño lo está utilizando para los deportados.
El martes, el ministro de Seguridad panameño, Frank Ábrego, dijo a la prensa que 170 de los aproximadamente 300 migrantes se habían ofrecido para ser devueltos a sus países de origen, viajes que organizaría la Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas.
Añadió que los migrantes no estaban “detenidos” por el gobierno panameño, sino que “están bajo nuestra protección”.
“Lo que acordamos con el gobierno de Estados Unidos es que ellos se quedan y están bajo la custodia temporal nuestra para su protección”, dijo.
El gobierno panameño había dicho anteriormente que los migrantes no tenían antecedentes penales.
El miércoles por la mañana, desde la región de Darién, Ghasemzadeh describió un campamento sofocante, plagado de gatos y perros.
Después, envió un mensaje de texto diciendo que las autoridades estaban confiscando todos los teléfonos. Sus últimas palabras fueron: “Por favor, intenten ayudarnos”.
Leave a Comment
You must be logged in to post a comment.