Argentina a primarias: Lo que hay que saber sobre la consulta que servirá de termómetro político para las elecciones
Más conocidas como PASO, aunque no decidirán cargos o candidatos, sí definirán qué bloques continúan en carrera por la Casa Rosada y darán las primeras pistas sobre lo que podría ocurrir en octubre.
BUENOS AIRES – Este 11 de agosto, Argentina celebrará sus Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, más conocidas como PASO, unas elecciones previas en la que se espera que cerca de 33,8 millones de personas acudan a las urnas y que servirán para conocer cómo se posicionan las alianzas políticas de cara a los comicios presidenciales del próximo 27 de octubre.
Aunque no se elige ningún cargo político, este domingo se determinará qué fórmulas podrán continuar en la carrera por la Casa Rosada y también qué candidatos a diputados, senadores y gobernadores podrán postular de cara a la convocatoria definitiva. Para realizar este filtro, la ley estipula que aquellas agrupaciones que no logren superar el 1,5% de respaldo quedarán en el camino.
Como todos los partidos ya definieron a sus candidatos, las primarias tendrán lugar al solo efecto de cumplir con la ley, pero servirán para dar una pista de lo que podría suceder en los próximos meses, especialmente porque la mayoría de las encuestas reflejan un escenario de paridad.
Los votos los entregarán por obligación todos los nacidos o naturalizados en Argentina de entre 18 y 70 años, pertenezcan o no a algún partido político. Además, podrán acceder a la consulta las personas que tengan 16 y 17 años, aunque de forma voluntaria, al igual que aquellos que cuenten con 71 o más.
Polarización
Con las alianzas ya consolidadas desde el 12 de junio, los electores podrán elegir entre diez bloques, aunque solo dos se juegan reales chances de ganar: la coalición oficialista «Juntos por el Cambio» y la alianza kirchnerista «Frente para Todos». El primero apuesta por la reelección del Presidente Mauricio Macri, acompañado en la fórmula por el peronista Miguel Ángel Pichetto. El segundo, en cambio, propone como presidente al ex jefe de gabinete de los gobiernos kichneristas, Alberto Fernández, y como vicepresidenta a la ex Mandataria Cristina Fernández (CFK).
Cada uno se posiciona a un extremo del espectro político, en una arena electoral especialmente polarizada, y ambos enfrentan escenarios electorales diferentes. «Juntos por el cambio» debe hacer frente a la fuerte crisis económica que sufre Argentina, una situación que ha generado gran descontento social y que ha limado la popularidad de Macri, en especial entre los sectores medios que fueron clave para su triunfo en 2015.
Este enojo ha impulsado a la dupla de «Frente para todos». Sin embargo, el problema para esta coalición es que los argentinos están convencidos de que, si gana, el poder en realidad quedará en manos de quien fue dos veces Presidenta y no en las del candidato que aparece liderando la papeleta. Esta creencia complica al peronismo, pues el ascenso de Fernández, crítico de la ex Mandataria, buscaba precisamente contrarrestar su mala imagen tras su última administración.
Las más recientes encuestas coinciden en proyectar que Fernández se impondría por muy poco sobre Macri: la diferencia varía de 3 puntos a un empate, dependiendo del estudio, y siempre dentro del margen de error. Eso sí, las cifras de ambos bordean el 40% de los votos, lo que da cuenta de la alta polarización política que vive el país.
Para el destacado analista argentino Joaquín Morales Solá, el fuerte «factor emocional» presente en esta elección y la paridad entre las dos principales fuerzas están haciendo que ésta sea la convocatoria «más difícil de vaticinar desde 1983», según consideró en una columna en el diario La Nación.
Rol de Lavagna y la sorpresa de Espert
Pese a que las encuestas no le dan más del 10% de los votos, la figura de Roberto Lavagna, candidato presidencial de la coalición Consenso Federal, podría quedar en una posición clave después de las primarias. Visto como «la tercera vía» para los comicios, el ex ministro de Economía es recordado como el gran responsable de haber sacado al país de la crisis de 2001.
Como alternativa al macrismo y kirchnerismo, el número de votos que logre este domingo le dará a Lavagna la posibilidad de mejorar su capital político y, eventualmente, negociar con alguna de las dos fuerzas. En ese sentido, la pregunta será: ¿por quién se decantará el votante de Lavagna? ¿Por Fernández o por Macri? Según los expertos, el segundo sería la opción. Así, si la reelección del Presidente queda en jaque tras estas primarias, «el Gobierno buscaría que la oferta se polarizara, seduciendo a Lavagna para que desista de competir», consideró Carlos Pagni, analista político, en el diario La Nación.
Pero además de Lavagna, quien podría tener algo que decir es el economista José Luis Espert, candidato de la coalición Despertar, con nula trayectoria en la administración pública pero con una fuerte presencia en los medios de comunicación. Con su idea de hacer de Argentina una economía de libre mercado, es la gran sorpresa de la campaña, incluso con posibilidades de arrebatar el tercer lugar a Lavagna.
La pelea por Buenos Aires
«Me parece que la clave de todo está en la participación y en el voto que consiga Vidal en la provincia de Buenos Aires». Este fue el análisis de Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit, en entrevista con Bloomberg el viernes pasado. Se refería a María Eugenia Vidal, actual gobernadora de la provincia de Buenos Aires y que este domingo también se someterá a las primarias en busca de una reelección.
Carismática figura del macrismo y bien evaluada por los bonaerenses, Vidal se enfrentará a una difícil disputa con Axel Kicillof, ex ministro de Economía kirchnerista y rostro potente del peronismo. Pese a su popularidad, la gobernadora ha visto amenazado su capital político por las críticas en contra del Gobierno de Macri, que se agravan en esta provincia. Sumado a que la ex Presidenta Fernández goza de buena salud en la zona, podría terminar perdiendo su sillón al final del proceso electoral.
«Todo el mundo sabe que somos un equipo, no lo estamos escondiendo. Pero hay algo que sí te digo: Vidal no es Macri», dijo la gobernadora este miércoles en entrevista con América TV. Mientras, Kicillof se beneficia de la fórmula presidencial y le pisa los talones a su rival oficialista, según los últimos sondeos.
De todas formas, ni a nivel provincial ni presidencial, los resultados de las primarias podrían considerarse sentenciadores. Cuatro años atrás, en las primarias de 2015, el entonces candidato peronista, Daniel Scioli, ganó las PASO por 38% versus un 30%. Pero meses después, Macri se acercaría en la elección general y terminaría ganando el balotaje.
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