Así fue la reunión explosiva en la que secretarios de Trump se enfrentaron a Musk
La molestia latente contra el poder sin límites del hombre más rico del mundo se desbordó en una reunión extraordinaria del gabinete. El presidente emprendió medidas para frenar a Musk.
WASHINGTON – Marco Rubio estaba indignado. Ahí estaba el secretario de Estado de Estados Unidos, sentado en la sala del gabinete de la Casa Blanca junto al presidente mientras escuchaba una serie de ataques del hombre más rico del mundo.
Elon Musk, sentado frente a él en diagonal, al otro lado de la mesa elíptica de caoba, se dirigía a Rubio, acusándolo de no haber recortado su plantilla.
No has despedido a “nadie”, le dijo Musk a Rubio, y luego añadió con desprecio que quizá la única persona a la que había despedido era un miembro del personal del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Musk.
Rubio llevaba semanas furioso en privado con Musk, desde que su equipo cerró de facto toda una agencia que supuestamente estaba bajo el control de Rubio: la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. Pero, en la extraordinaria reunión de gabinete ante el presidente Trump y unas 20 personas más —de cuyos detalles no se había informado antes—, Rubio se desahogó.
Musk no estaba siendo sincero, dijo Rubio. ¿Qué pasa con los más de 1500 funcionarios del Departamento de Estado que se jubilaron anticipadamente? ¿No contaban como despidos? Preguntó, con sarcasmo, si Musk quería que volviera a contratar a toda esa gente solo para poder hacer un espectáculo y despedirlos de nuevo. Luego expuso sus planes detallados para reorganizar el Departamento de Estado.
Musk no parecía impresionado. Le dijo a Rubio que era “bueno en televisión”, con el claro subtexto de que no servía para mucho más. Durante todo esto, el presidente permaneció sentado en su silla, con los brazos cruzados, como si estuviera viendo un partido de tenis.
Después de que la discusión se prolongara durante un tiempo incómodo, Trump intervino finalmente para defender a Rubio y decir que hacía un “gran trabajo”. Rubio tiene mucho que hacer, dijo el presidente. Está muy ocupado, siempre de viaje y en la televisión, y tiene una agencia que dirigir. Así que todos tienen que trabajar juntos.
La reunión fue un posible punto de inflexión tras las frenéticas primeras semanas del segundo mandato de Trump. Es el primer indicio significativo de que Trump estaba dispuesto a poner algunos límites a Musk, cuyos esfuerzos han sido objeto de varias demandas y han suscitado la preocupación de los legisladores republicanos, algunos de los cuales se han quejado directamente con el presidente.
A los funcionarios del gabinete les gusta casi de modo uniforme el concepto de lo que Musk se propuso hacer —reducir el despilfarro, el fraude y el abuso en el gobierno—, pero se han sentido frustrados por el enfoque de motosierra para trastocar el gobierno y la falta de coordinación coherente.
La reunión del jueves, que se programó de manera abrupta el miércoles por la noche, fue una señal de que Trump era consciente de las quejas cada vez mayores. Intentó ofrecer algo a cada parte y elogió tanto a Musk como a los secretarios de su gabinete. (Al menos uno, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien ha tenido encuentros tensos en relación con el equipo de Musk, no estuvo presente). El mandatario dejó claro que seguía apoyando la misión de la iniciativa de Musk. Pero aseveró que había llegado el momento de ser un poco más refinado en su planteamiento.
Afirmó que, a partir de ese momento, los secretarios estarían al mando; el equipo de Musk solo asesoraría.
No está claro cuál será el impacto a largo plazo de la reunión. Musk sigue siendo el mayor apoyo financiero político de Trump —esta semana, su comité de acción política emitió anuncios por valor de 1 millón de dólares que decían: “Gracias, presidente Trump”— y el control que Musk ejerce sobre la plataforma de redes sociales X ha hecho temer tanto a los miembros del personal del gobierno como a los secretarios del gabinete que se dirija a ellos en público.
Pero, aunque no tenga repercusiones, la reunión reveló las tensiones en el equipo de Trump, y las noticias de los tensos enfrentamientos se extendieron con rapidez entre los altos cargos de los organismos del gabinete una vez que terminó. Este recuento se basa en entrevistas con cinco personas con conocimiento de los hechos.
En un mensaje publicado en las redes sociales tras la reunión, Trump dijo que la próxima fase de su plan para reducir la plantilla federal se llevaría a cabo con un “bisturí” en vez de con un “hacha”, una referencia al enfoque de Musk conocido como tierra quemada.
Musk, quien acudió a la reunión del jueves con traje y corbata en vez de su habitual camiseta después de que Trump lo criticara públicamente por su aspecto informal, se defendió diciendo que tenía tres empresas con una capitalización bursátil de decenas de miles de millones de dólares y que sus resultados hablaban por sí solos.
Pero no tardó en entrar en confrontación con los miembros del gabinete.
Momentos antes del fuerte intercambio con Rubio, Musk y el secretario de Transporte, Sean Duffy, discutieron sobre el estado de los equipos de rastreamiento de aviones de la Administración Federal de Aviación y sobre qué tipo de arreglo era necesario. Howard Lutnick, secretario de Comercio, intervino para apoyar a Musk.
Duffy dijo que el joven personal del equipo de Musk estaba intentando despedir a los controladores aéreos. ¿Qué se supone que debo hacer?, dijo Duffy. Ahora tengo que ocuparme de varios accidentes aéreos, ¿y tu gente quiere que despida a los controladores aéreos?
Musk dijo a Duffy que su afirmación era una “mentira”. Duffy insistió en que no lo era; lo había oído directamente de ellos. Musk, preguntando a quién habían despedido, dijo: Dame sus nombres. Dime cuáles son sus nombres.
Duffy dijo que no había nombres, porque él había impedido que los despidieran. En otro momento, Musk insistió en que las personas contratadas en virtud de programas de diversidad, equidad e inclusión trabajaban en torres de control. Duffy replicó y Musk no añadió detalles, pero durante el largo intercambio dijo que Duffy tenía su número de teléfono y que lo llamara si tenía algún asunto que plantear.
El intercambio terminó con Trump diciéndole a Duffy que tenía que contratar a gente del Instituto Tecnológico de Massachusetts, o MIT, como controladores aéreos. Estos controladores aéreos tienen que ser “genios”, dijo.
El secretario de Asuntos de los Veteranos, Doug Collins, se ha enfrentado a uno de los desafíos más delicados políticamente de todos los secretarios del gabinete. Los recortes de Musk afectarán a miles de veteranos, un poderoso electorado y una parte importante de la base de Trump. Collins señaló que debían ser estratégicos y depurar con cuidado a la gente del departamento. Trump pareció estar de acuerdo con Collins al decir que debían retener a los inteligentes y deshacerse de los malos.
En respuesta a una petición de comentarios de The New York Times, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo en un comunicado: “Como dijo el presidente Trump, ha sido una reunión estupenda y productiva entre los miembros de su equipo para hablar de medidas de recorte de costos y de personal en todo el gobierno federal. Todos están trabajando como un solo equipo para ayudar al presidente Trump a cumplir su promesa de hacer más eficiente a nuestro gobierno”.
Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, respondió: “El secretario Rubio consideró la reunión una discusión abierta y productiva con un equipo dinámico que está unido para lograr el mismo objetivo: hacer que Estados Unidos sea grandioso de nuevo”.
Un portavoz del Departamento de Asuntos de los Veteranos dijo: “Como ha dicho el presidente Trump, es importante aumentar la eficacia y reducir la burocracia, manteniendo al mismo tiempo a los mejores empleados federales y a los más productivos. El departamento está trabajando con DOGE y el resto del gobierno para hacer precisamente eso”.
El viernes, en una publicación en X el viernes, Duffy elogió a Trump y el trabajo que está haciendo el equipo de Musk y dijo que había sido una reunión de gabinete eficaz. Añadió que “el Departamento de DEI de la FAA se eliminó el segundo día” y que el “enfoque de Trump de un bisturí frente a un hacha y una mejor coordinación entre los secretarios y el DOGE es el enfoque correcto para revolucionar la forma en que se gestiona nuestro gobierno”.
Musk, quien más tarde afirmó en X que la reunión del gabinete había sido “muy productiva”, parecía mucho menos entusiasmado dentro de la sala. Se defendió agresivamente y le recordó a los secretarios del gabinete que él había creado desde cero varias empresas millonarias y que sabía algo sobre cómo contratar a gente adecuada.
La mayoría de los miembros del gabinete no se unieron al tenso intercambio. La molestia de Musk contra Rubio en particular pareció tomar por sorpresa a los presentes, dijo una persona con conocimiento de la reunión. Otra persona dijo que las respuestas cáusticas de Musk a Duffy y Rubio parecieron disuadir de hablar a otros miembros del gabinete, muchos de los cuales se han quejado en privado del equipo de Musk.
Pero está por verse cuánto durará este nuevo acuerdo.
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