Berlín asegura que el Parlamento no estuvo desprotegido en el amago de «toma»
Durante el fin de semana unos 200 ultraderechistas protestaron frente al edificio del Reichstag contra las restricciones por la pandemia del coronavirus.
BERLÍN – Las autoridades berlinesas aseguraron que el edificio del Reichstag, sede del Parlamento alemán, no estuvo en ningún momento desprotegido durante el amago de «toma» este sábado por parte de unos 200 ultraderechistas tras las protestas contra las restricciones por la pandemia.
El Bundestag (cámara baja del Parlamento) «no estuvo desprotegido en ningún momento, pero el poder de las imágenes tiene su impacto», declaró en una rueda de prensa el responsable del Interior de la ciudad-estado de Berlín, Andreas Geisel.
El hecho de que se hayan podido dar imágenes como las registradas en las escaleras del Reichstag, que dijo lamentar profundamente y calificó de «vergonzosas», es una muestra de que los participantes de las manifestaciones no protestan contra determinadas decisiones de los gobiernos regional o federal, sino que «van contra los principios democráticos», dijo.
Se refirió asimismo a los enfrentamientos violentos registrados en particular frente a la embajada rusa en la avenida Unter den Linden, con un resultado de 200 detenidos y varios agentes heridos.
Unos 2.000 ultraderechistas y seguidores del movimiento «identitario» de los Reichsbürger (Ciudadanos del Reich) – movimiento ultraderechista que no reconoce la soberanía de la actual Alemania- lanzaron botellas y piedras contra la policía.
Geisel señaló que los participantes en las manifestaciones, en la que participaron entre 35.000 y 38.000 personas y que tuvieron que ser disueltas por la policía al infringir las normas de distanciamiento, proceden de un «espectro heterogéneo».
Agregó que aunque haya llamado la atención públicamente por la presencia en particular de ultraderechistas, Reichsbürger y hinchas de extrema derecha, también hay una amplia representación de los llamados «inconformistas», de los que dijo que mantienen también «una relación problemática con los principios democráticos».
Por otra parte, el responsable del Interior de la ciudad-estado declaró que las imágenes de las manifestaciones, «marcadas por violentos enfrentamientos y el incumplimiento de las normas de higiene» le reafirman en su decisión de prohibir las protestas, veto que fue revocado por la Audiencia Territorial Administrativa de Berlín después de que los organizadores presentaran un recurso por la vía de urgencia.
Según Geisel, la citada audiencia había considerado en su argumentación que los organizadores y los manifestantes merecían «una segunda oportunidad» después de que una primera protesta masiva contra las restricciones celebrada el pasado 1 de agosto y que congregó a hasta 30.000 personas tuviera que ser disuelta por infringir las normas de higiene.
La audiencia había impuesto una serie de medidas, como el uso de la mascarilla, a cambio de autorizar la marcha.
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