China y Japón celebran 50 años de relaciones diplomáticas: Los problemas que aún tensan a los poderosos vecinos asiáticos
La mejora de los lazos entre las dos economías más grandes de Asia se considera vital para la estabilidad y la prosperidad de la región, pero siguen en desacuerdo sobre las disputadas islas del Mar de China Oriental y la creciente influencia militar y económica de Beijing en la región.
Disputas territoriales
Una gran fuente de controversia es un grupo deshabitado de islas del Mar de China Oriental reclamadas por Beijing y controladas por Tokio llamadas Senkaku o Diaoyu. Japón insiste en que las islas, que alguna vez fueron sede de una fábrica japonesa de productos del mar, son parte de su territorio, tanto históricamente como por derecho internacional. En cambo, China dice que fueron robadas en 1895 y que deberían haber sido devueltas al final de la Segunda Guerra Mundial.
Las islas en disputa están rodeadas de ricos caladeros y depósitos submarinos de petróleo, y Japón acusa a China de hacer repentinamente sus reclamos territoriales después de que se encontraran los recursos en un informe de las Naciones Unidas de 1969. El comunicado de normalización de 1972 no abordó el tema, pero la disputa se intensificó después de que el gobierno de Japón nacionalizara las islas Senkaku en 2012, lo que provocó violentas protestas en toda China. La guardia costera china y los barcos de pesca se encuentran regularmente en el área, violando rutinariamente las aguas japonesas.
Miedo por Taiwán
Japón, junto con su aliado de seguridad Estados Unidos, ha criticado abiertamente el aumento de las actividades chinas en los mares meridionales. Es más, Tokio también ha impulsado la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán, pero China reclama una democracia autónoma sobre ella, y ??ha amenazado con anexarla por la fuerza si es necesario.
Con una guerra comercial entre Estados Unidos y China, y las tensiones navales en aumento en el área, Japón está cada vez más preocupado por las emergencias de Taiwán. Aparte se suman los ejercicios militares de su vecino asiático con Rusia, lo que lo ha empujado a cambiar su postura militar hacia el suroeste, con miras a Okinawa y las islas remotas al este de Taiwán.
Por su parte, en agosto, China realizó importantes ejercicios militares en áreas que rodean a Taiwán en una airada respuesta a la visita a Taipei de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, y disparó cinco misiles balísticos en aguas cercanas a Okinawa.
El temor a un conflicto por Taiwán se suma a los esfuerzos urgentes de Japón para reforzar sus capacidades militares y aumentar su presupuesto. Actualmente, está revisando su estrategia de seguridad nacional, que se espera que exija la posesión de capacidades de ataque preventivo que -según los opositores- violarían la constitución pacifista del país.
Con la isla más occidental de Japón justo al este de Taiwán, «es cada vez más difícil ver cómo una contingencia militar no afectaría como mínimo las aguas y el espacio aéreo alrededor del territorio japonés», dijo Amanda Hsiao, analista senior para China en Crisis Group.
Historia de la guerra
Los dos países estuvieron en guerra, comenzando con enfrentamientos en la década de 1930, hasta la derrota de Japón en 1945. Las atrocidades japonesas durante la guerra chino-japonesa incluyen la violación de Nanking, el uso de armas químicas y biológicas y espeluznantes experimentos médicos humanos en Manchuria, donde El ejército imperial de Japón tenía una unidad secreta de armas biológicas. Aparte, los nipones también se llevaron a casi 40.000 trabajadores chinos a las minas y fábricas de su país, donde muchos murieron de desnutrición y abuso.
En el comunicado de 1972, China renunció al derecho a la compensación de guerra, que según algunos expertos fue a cambio de la disculpa de Japón y el reconocimiento de China como el único gobierno legal. Sin embargo, Japón ha proporcionado ayuda oficial para el desarrollo por un total de 3,6 billones de yenes (25.000 millones de dólares) durante las últimas cuatro décadas.
Santuario Yasukuni
China considera el Santuario Yasukuni de Tokio, que honra a los 2,5 millones de muertos en la guerra, incluidos criminales de guerra condenados, como un símbolo del militarismo en tiempos de guerra. Beijing considera que las visitas de ministros y legisladores japoneses al santuario de Tokio indican una falta de remordimiento por la agresión durante la guerra.
Seguridad económica
Como principal aliado de EE. UU. y principal socio comercial de China, Japón se encuentra en una situación delicada y debe equilibrar su posición entre las dos superpotencias.
China ha sido más asertiva al presionar a otros gobiernos para que adopten iniciativas lideradas por su país, incluido un grupo comercial llamado Asociación Económica Integral Regional. Ante esto, Japón está buscando formas de hacer frente a la creciente influencia económica china en la región, queriendo reforzar la seguridad económica con otras democracias en áreas como las cadenas de suministro y la protección de tecnologías sensibles.
Yasuo Fukuda, ex primer ministro japonés que es un defensor activo de mejores lazos con China, dice que las fricciones entre Japón y China se derivan en gran medida de los problemas comerciales entre Estados Unidos y China. «La pregunta es si el comercio mundial funciona mejor excluyendo a China», dijo.
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