Donald Trump firma una orden ejecutiva para forzar a las plantas procesadoras de carne a permanecer abiertas y evitar la escasez de suministros
WASHINGTON – El cierre de grandes mataderos en Estados Unidos, donde diariamente se procesan decenas de miles de cerdos, pollos y terneras, ha causado una situación paradójica a consecuencia del coronavirus: los centros de consumo no están recibiendo las cantidades acostumbradas y, los granjeros que alimentaban a los mataderos no tienen a quién venderle su ganado, lo que está provocando que ellos mismos sacrifiquen a miles de animales. El gigante Tyson Foods compró el domingo una página completa en los periódicos más importantes del país para advertir de que la cadena de suministro de alimentos “se está rompiendo». Estados Unidos, el país que consume la mayor cantidad de carne per capita en el mundo, afronta el peligro de desabastecimiento en los supermercados debido al coronavirus. La preocupación ha llegado al punto de que Donald Trump ha invocado este martes por la noche la ley de Producción de Defensa para forzar a las plantas procesadoras a permanecer abiertas y así evitar la escasez de suministros.
En los últimos dos meses, al menos 22 plantas de envasado de carne han cerrado, según el Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos y del Comercio (UFCW, por sus siglas en inglés). El cese se ha traducido en una reducción del 25% en la capacidad de sacrificio de carne de cerdo y del 10% en la de res. La organización, que representa a más de un millón de empleados de la industria, informó este martes en un comunicado de que 20 miembros han muerto por covid-19, y al menos 6.500 se han visto directamente afectados, una cifra que incluye a los hospitalizados, a los que dieron positivo y a los que esperan resultados. Brett Stuart, presidente de la consultora Global AgriTrends, especialista en el sector agrícola, pone en duda que la orden que posiblemente firmará Trump obligue a las empresas a reabrir, porque “una planta solo puede operar si tiene trabajadores, y la realidad es que muchos de ellos siguen enfermos”, comenta por teléfono. “Lo que le permitirá es que sea una prioridad otorgar equipamiento adicional a las plantas y sus empleados para que sigan funcionando”, agrega.
John Tyson, presidente de Tyson Foods, una empresa con más de 100.000 empleados, alertó de la situación “vulnerable”, después de que ya lo habían hecho los responsables de Smithfield Foods, uno de los mayores centros de procesado de carne de cerdo en EE UU, y JBS SA, la compañía procesadora de carne más grande del mundo. Todas han tenido que cerrar varias plantas en la primera potencia mundial y han advertido de que es “probable” que los consumidores vean un déficit de carne en las vitrinas de los supermercados a partir de mayo. Tyson Foods clausuró el pasado miércoles su mayor planta de carne de cerdo, ubicada en Waterloo, Iowa, un Estado que proporciona un tercio de la carne de cerdo del país. La decisión se tomó después de que casi 200 trabajadores se infectaran.
“Además de la escasez de carne, este es un problema grave de desperdicio de alimentos”, publicó este domingo Tyson. La situación escaló al punto de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) comunicó la semana pasada la creación de un Centro Nacional de Coordinación de Incidentes para ayudar a los agricultores a encontrar “mercados alternativos potenciales” para su ganado y asesorarlos sobre “métodos de despoblación y eliminación” de animales en caso de ser “necesario”. La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, junto a los senadores republicanos Joni Ernst y Chuck Grassley, enviaron este lunes una carta al vicepresidente Mike Pence pidiendo ayuda financiera y asesoría para sacrificar a los animales. “Hay 700.000 cerdos en todo el país que no pueden ser procesados cada semana y deben ser sacrificados humanamente”, rezaba la misiva. Stuart, de Global AgriTrends, cree que el sacrificio debe ser la última salida. “Ningún granjero quiere desperdiciar sus animales, pero lamentablemente ya estamos en el punto en que para alguno no hay otra opción”, comenta.
Las autoridades de Iowa también solicitaron al Gobierno federal hacer uso de la ley de Producción de Defensa para mantener las plantas abiertas durante la pandemia. Trump ha firmado la noche de este martes una orden ejecutiva que establece que las procesadoras son parte de la infraestructura crítica de Estados Unidos. “Tenemos la responsabilidad de alimentar a nuestro país. Es tan esencial como la asistencia sanitaria”, dijo Tyson en su carta dominical. Los críticos sostienen que las plantas procesadoras no han establecido medidas de seguridad suficientes para proteger a sus empleados y por eso se han visto tantos brotes y han tenido que terminar cerrando, algo que intentaron aplazar lo más posible en sitios como Minnesota, Misuri y Dakota del Sur, entre otros.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicaron este martes una guía de recomendaciones para las plantas de procesamiento y envasado de carne. Incluye barreras físicas para evitar el contacto entre los empleados, el uso obligatorio de protección personal y un cambio en las políticas de las empresas para no penalizar a quienes presenten una licencia por enfermedad. Realiza procedimientos para limpiar equipos compartidos y reconfigurar estaciones de trabajo. Los trabajadores están en “mayor peligro cada día que las empresas y los líderes no actúan durante este brote. Está claro que nuestra cadena de suministro de alimentos está amenazada, y es por eso que los líderes electos y corporativos de nuestro país deben actuar ahora”, afirmó este martes Marc Perrone, presidente del sindicato UFCW, en un comunicado en el que exigía un mayor cuidado a los trabajadores de la industria cárnica.
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