Groenlandia pacta coalición de gobierno con el independentismo moderado en medio de tensión con EE.UU.

La presentación del nuevo Ejecutivo ocurre el mismo día en que el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, viaja a la isla ártica junto a su esposa Ushua para visitar una base militar.
NUUK – Jens-Frederik Nielsen, el líder del Partido Demokraatit que resultó ganador en las elecciones celebradas el pasado 11 de marzo, anunció este viernes un amplio acuerdo de gobierno en Groenlandia que agrupa a cuatro de los cinco partidos con representación parlamentaria y todo el independentismo moderado.
La presentación del nuevo Ejecutivo, que reúne a 23 de los 31 escaños del Parlamento, coincide con la visita a la isla del vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, que viaja a la base estadounidense de Pituffik, en medio del interés de este país por tomar el control de Groenlandia.
«Estamos en un tiempo en el que nosotros, como población, nos sentimos presionados. Debemos estar juntos, juntos somos más fuertes», dijo Nielsen, próximo presidente de Groenlandia, al presentar el acuerdo.
El pacto incluye también al socialista Partido IA y al socialdemócrata Partido Siumut, que habían gobernado juntos la pasada legislatura; además de al liberal Partido Atassut.
Su predecesor en el cargo y que ejercerá de ministro de Finanzas en el nuevo gobierno, el socialista Múte B. Egede, resaltó la importancia de formar un Ejecutivo amplio, al igual que el resto de líderes de la coalición.
En el texto del acuerdo, el nuevo gobierno mantiene el plan del Ejecutivo anterior de que una comisión parlamentaria, creada hace dos años, estudie el camino jurídico hacia la independencia, de acuerdo con el nuevo Estatuto de Autonomía de 2009, que reconoce el derecho a la autodeterminación a través de un referéndum.
El Ejecutivo encabezado por Nielsen buscará establecer negociaciones con Dinamarca para revisar el Estatuto con el objetivo de «crear un marco renovado y moderno para la colaboración futura», ya que mantenerlo en su forma actual «no es una posibilidad», mencionó el próximo mandatario.
Las negociaciones tendrán como punto de partida que la cooperación sea «entre partes iguales» y que se establezcan las inversiones necesarias para crear «desarrollo» en el territorio autónomo danés.
Groenlandia, que tiene una población de algo menos de 57.000 habitantes en 2,2 millones de kilómetros cuadrados, mantiene una fuerte dependencia económica de Dinamarca, que aporta alrededor del 20% al 40% de los ingresos anuales, y de la pesca, que supone el 90% de sus exportaciones.
A esto se suma que aunque el Estatuto de 2009 abre la puerta a que el gobierno autonómico asuma nuevas competencias, al menos una treintena de áreas -entre ellas, tribunales y policía- todavía son financiadas por Copenhague.
«Espero con ilusión que tengamos una estrecha colaboración en un tiempo innecesariamente lleno de conflictos. Muestran la fuerza de la democracia con un gobierno amplio y la unión entre los distintos partidos políticos», escribió en la red social Instagram la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
Cabe mencionar que el único partido que queda fuera del Ejecutivo es el Naleraq, que resultó con la segunda fuerza en los pasados comicios con el 24,5% de las preferencias, y que aboga por una independencia rápida.
Aunque el Naleraq también firmó un manifiesto hace dos semanas con el resto de formaciones calificando de «inaceptables» las palabras de Donald Trump sobre Groenlandia y pidiendo respeto a las leyes internacionales, se desmarcó después de que se confirmara que abandonaba las negociaciones del pacto de gobierno.
Visita de EE.UU.
La presentación del nuevo gobierno groenlandés se da a conocer en medio de la controvertida visita de Vance a la base estadounidense de Pituffik, situada a unos 1.500 metros al norte de la capital y en el Círculo Polar Ártico.
A principios de esta semana se informó que Usha Vance, esposa del vicepresidente, viajaría a Nuuk y a Sisimiut para acudir a una popular carrera de trineos tirados por trineos, financiada este año por el consulado estadounidense.
Lo anterior provocó una una fuerte polémica con las autoridades groenlandesas, danesas y de la Unión Europea. Sin embargo, luego se informó que ambos asistirían solo a la base estadounidense.
«Vance aterriza en unas instalaciones que son de Estados Unidos. Pero toda esta situación de venir de visita cuando no hay un Gobierno, mantenemos que no es una muestra de respeto a un aliado. Es una lástima. Ahora tenemos un Gobierno que se va a poner el mono de trabajo», dijo Nielsen en Nuuk a la televisión pública danesa DR.
«Lo primero que haremos es dialogar con nuestros aliados más estrechos. Tenemos que estar todavía más juntos. Son, por supuesto, Dinamarca, pero también Estados Unidos. Tenemos que dialogar con todos ellos, sin diálogo no vamos a solucionar nada», afirmó sobre el trabajo del futuro gobierno.
En esa línea, la situación en política exterior creada por el interés de Estados Unidos en hacerse con la isla requiere «acción» y debe ser «lo primero» que ocupe al gobierno, enfatizó Nielsen.
«Vemos cómo ha reaccionado la población y vemos la inseguridad que se ha creado. Por eso es hora de que haya un gobierno que asuma el mando y haga lo que hay que hacer en relación con la situación en política exterior», declaró.
En tanto, el cambio de programa de la delegación estadounidense anunciado hace dos días, reduciendo la visita a la base de Pituffik, ha sido bien recibido por Nuuk y Copenhague.
Leave a Comment
You must be logged in to post a comment.