La reapertura del estado de Georgia en medio de crisis por covid-19 que incluso ha sido cuestionada por Donald Trump
La decisión del gobernador Brian Kemp de reabrir locales como salones de tatuaje, barberías y gimnasios, ha generado polémica en todo Estados Unidos, tanto así que el propio Mandatario consideró la medida como apresurada.
ATLANTA – «De la misma manera que cerramos cuidadosamente las empresas e instamos al cese de las operaciones para mitigar la propagación del virus, hoy anunciamos planes para reabrir de manera progresiva y segura algunos sectores de nuestra economía». De esta forma, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, anunció la reapertura de varios comercios en su estado, abriendo una polémica en todo Estados Unidos y que incluso ha desatado los cuestionamientos del Presidente Donald Trump, alguien que en todo momento ha abogado por el retorno de las actividades económicas.
El miércoles, Kemp (quien es miembro del Partido Republicano) informó la apertura a partir de este viernes de gimnasios, boliches, salones de tatuajes, barberías, salones de manicura, salones de masajes y otras pequeñas empresas.
Asimismo, los teatros y restaurantes podrán abrir sus puertas a partir del próximo lunes 27 de abril. Los bares y clubes nocturnos, en tanto, permanecerán cerrados.
El gobernador se mostró confiado en que su estado estará preparado en caso de que la curva de contagios suba. «Si tenemos una situación en la que una comunidad comienza a convertirse en un punto crítico, entonces tomaré más medidas. Pero en este momento siento que estamos en un buen lugar para avanzar», señaló.
Pero la medida ha sido cuestionada por muchas voces estadounidenses. Quizás la más notoria es también la más inesperada: el Presidente Donald Trump, quien señaló que «le dije al gobernador de Georgia, Brian Kemp que estoy muy en desacuerdo con su decisión de abrir ciertas instalaciones que están en violación con las directrices de la Fase Uno».
«Lo respeto y le dejaré tomar su decisión. ¿Yo haría eso? No. Las mantendría (cerradas) un poco más. Quiero proteger la vida de la gente», agregó.
«No veo que se base en nada lógico»
Además del desacuerdo de Trump, el plan de Georgia para empezar a reactivar su economía enfrenta dos grandes obstáculos: los problemas del estado para incrementar el volumen de pruebas de diagnóstico del nuevo coronavirus y reforzar el rastreo de personas que entraron en contacto con individuos infectados.
Sin esas dos capacidades, los expertos aseguran que Georgia corre el riesgo de un rápido resurgimiento de casos de covid-19 cuando Kemp permita la reapertura de algunos comercios en los próximos días. La decisión del gobernador ha sido cuestionada debido a que el estado aún no muestra un progreso constante en esas dos áreas, y podría ser difícil ponerse al corriente.
«El virus avanza más rápido que el gobierno», dijo la doctora Jennifer Nuzzo, epidemióloga en el Centro Johns Hopkins para la Seguridad en Salud. «Así que si tuviera que apostar quién va a tener la delantera, sería el virus».
Y el tema preocupa aún más si se considera que Georgia se encuentra entre los 10 peores estados en análisis per cápita. Después de incrementar su capacidad, el número de pruebas administradas en Georgia es de entre 3.500 y 4.000 al día. Sin embargo, el miércoles el estado reportó casi 6.000 pruebas en un lapso de 24 horas, y Kemp indicó en una conferencia telefónica con la senadora federal Kelly Loeffler que Georgia estaba «realmente incrementando» su capacidad.
No obstante, algunos alcaldes del estado también han rechazado la medida del gobernador Kemp. «Estoy perpleja de que nos hayamos abierto de esta manera, y nuevamente no puedo subrayar lo suficiente que trabajo muy bien con nuestro gobernador y espero tener una mejor comprensión de cuál es su razonamiento», dijo a CNN la edil de Atlanta, Keisha Lance Bottoms.
Y la alcaldesa fue aún más allá: «Cuando miro los datos y hablo con nuestros funcionarios de salud pública, no veo que (la medida) se base en nada que sea lógico». En tanto, el alcalde de Savannah, Van Johnson, dijo al mismo canal que estaba «más que perturbado» por la decisión de Kemp. «En mi opinión, esto es imprudente», afirmó, y agregó que «nos sorprende que aquí, en Georgia, se levante este tipo de reglas en un momento en que la gente todavía está sufriendo».
Pero el gobernador de Georgia pretende seguir con su idea contra viento y marea. Y contra los alcaldes, la opinión pública y la Casa Blanca.
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