Las advertencias que hizo Fernando Villavicencio sobre su seguridad antes de ser asesinado

El candidato presidencial ecuatoriano aseguraba que su vida corría peligro, aunque eso no fue impedimento para seguir con su campaña.

QUITO – Luego de múltiples amenazas de muerte, el candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio fue asesinado el día de ayer durante un acto de campaña. El representante del movimiento Construye había denunciado las amenazas de muerte que recibía tanto él como su equipo, desde hace aproximadamente un año.

El ex congresista había puesto el foco de su campaña en las mafias políticas vinculadas al narcotráfico y a estructuras delictivas de minería ilegal, y también estructuras corruptas en el sector público, expresando que no pactaba con delincuentes ni con narcotraficantes. Debido a sus tajantes declaraciones, Villavicencio se encontraba «en el ojo del huracán».

En septiembre de 2022, y luego de que su familia sufriera un ataque, Villavicencio manifestó en su cuenta de la red social X (ex Twitter) que el hecho «es una respuesta bárbara, frente a mis revelaciones sobre los vínculos del crimen organizado y cárteles narcos con el correísmo. Cuando la política se contamina con el narcotráfico la sociedad sucumbe ante el terror. El miedo no ganará esta batalla».

A comienzos de agosto de este año, ya en campaña, la situación empeoró. El candidato denunció amenazas de muerte por parte de «Fito», líder del grupo delictivo y de narcotráfico Los Choneros, un brazo armado local del Cartel de Sinaloa. Este grupo le habría avisado que atentarían contra él y su equipo de campaña.

Las amenazas no cesaban y provenían de todo el país. «Un dirigente de Manabí recibió la visita de varios emisarios de alias ‘Fito’ para decirle que, si yo sigo mencionando el nombre de ‘Fito’ y Los Choneros, me van a quebrar», denunció.

Ante las amenazas, el aspirante presidencial recalcó que continuaría con su candidatura: «Esto lo que hace es confirmar que, efectivamente, nuestra propuesta de campaña afecta gravemente a estas estructuras criminales. Y aquí estoy yo, dando la cara. No les tengo miedo. Veinte años me he jugado en este país en contra de estas estructuras delictivas, y les reitero: no les tengo miedo».

Días después, llegaron dos amenazas nuevas, desde un teléfono cuyo código estaba domiciliado en Indonesia y que en su foto de perfil tenía al propio «Fito».

Las amenazas no estaban solo dirigidas a Villavicencio. Uno de los militares del servicio pasivo, que forma parte del equipo de avanzada, recibió un mensaje con una amenaza en contra del ex congresista y de todo el servicio de seguridad. Este último hecho sirvió para presentar una denuncia ante Fiscalía.

El representante del movimiento Construye recibió amenazas esta semana nada más al aterrizar en Quito. Días después, fue emboscado y asesinado durante un acto de campaña en la capital ecuatoriana.

Curiosamente, en ese mismo encuentro Villavicencio advertía que podría ocurrir algo grave: «Me han dicho que use chaleco (antibalas). Aquí estoy, camisa sudada, carajo. ¡Ustedes son mi chaleco antibalas, yo no lo necesito! Ustedes son un pueblo valiente, y yo soy valiente como ustedes (…). Aquí estoy. Dijeron que me iban a quebrar. Que vengan los capos del narco, vengan. Que vengan los sicarios. Se acabó el tiempo de la amenaza».