Trump rechaza nuevas acusaciones de racismo tras calificar a Baltimore como un «desastre asqueroso»
«Los demócratas siempre juegan la carta del racismo, cuando en realidad ellos hicieron muy poco por los formidables afroestado-unidenses de nuestro país», escribió el Mandatario en su cuenta de Twitter.
WASHINGTON – El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se defendió este domingo de las nuevas acusaciones de racismo que recibió tras emitir una serie de ataques contra un legislador afroestadounidense y la ciudad de Baltimore.
«Los demócratas siempre juegan la carta del racismo, cuando en realidad ellos hicieron muy poco por los formidables afroestadounidenses de nuestro país», escribió Trump en su cuenta de Twitter.
El Mandatario atacó el sábado a Elijah Cummings, un fuerte crítico del gobierno republicano cuyo distrito cubre gran parte de Baltimore. «El distrito de Cumming (sic) es un desastre asqueroso, infestado de ratas y roedores», escribió el Mandatario. «Ningún ser humano querría vivir allí», añadió.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, nacida en Baltimore aunque electa por California, tildó de «racistas» los dichos del Presidente. «No hay nada malo en destacar lo evidente: el representante Elijah Cummings hizo un muy mal trabajo por su distrito y la ciudad de Baltimore», le respondió Trump.
Las palabras de Trump suscitaron reacciones enojadas en Baltimore. Su alcalde, Bernard «Jack» Young, las consideró «totalmente inaceptables». Y el diario local, el Baltimore Sun, tuvo duras palabras con el Presidente en un editorial: «más vale tener alimañas viviendo en su vecindario que ser una», escribió.
Varios habitantes de la ciudad mostraron su indignación en Twitter, donde criticaron a Trump firmando sus mensajes con hashtags como #WeAreBaltimore (Somos Baltimore) y #BaltimoreStrong (Baltimore fuerte).
En el bando republicano, pocos comentaron lo dicho por el Presidente, como cuando éste causó revuelo hace menos de dos semanas al invitar a cuatro jóvenes legisladoras demócratas surgidas de minorías a «retornar» a los países de los cuales provienen.
«El Presidente tiene razón al decir que esto nada tiene que ver con la raza», dijo el domingo al canal conservador Fox News el director de gabinete de la Casa Blanca Mick Mulvaney, mientras el legislador por Texas Will Hurd se limitó a declarar a ABC que él «no hubiera tuiteado de esa manera».
«Maniobra de diversión»
La diputada demócrata por Michigan, Rashida Tlaib, acusó a Trump de conducir una «campaña de odio» destinada a ocultar que carece de propuestas concretas.
Tlaib, palestina de origen convertida en noviembre en una de las dos primeras mujeres musulmanas en ingresar al Congreso, forma parte -junto a Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar y Ayanna Pressley- del «escuadrón» de legisladoras demócratas atacadas dos semanas atrás por el Presidente.
En un reciente mitin electoral, cuando Trump mencionó a Ilhan Omar, hija de inmigrantes somalíes, la multitud coreó: «devuélvanla».
Se trata de una estrategia destinada al fracaso, dijo el domingo el senador Bernie Sanders, otro precandidato demócrata. «Los estadounidenses no aceptarán a un Presidente que trata de dividirnos según el color de nuestra piel o nuestro lugar de nacimiento», estimó.
Para el alcalde de Nueva York Bill de Blasio, que también espera poder ser quien desafíe a Trump en las urnas en noviembre de 2020 por el Partido Demócrata, el Presidente está intentando una «maniobra de diversión» para «desenfocar a la gente de la realidad del país».
El ex Presidente Barack Obama compartió el sábado en Twitter una columna de opinión de 149 integrantes negros de su gobierno preocupados por la retórica de Trump y el «aumento del racismo» en el país.
«Estoy orgulloso de la manera en que continúan luchando por un mejor Estados Unidos», dijo el primer Presidente negro de la historia del país.
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